Pasate El Salero Por El Culo Pa' La Buena Suerte
Lo único que creo de las supersticiones es que son una grandiosa pendejada. Siempre he creído que la gente que cree en ellas son las mismas personas que frecuentan a brujos y a hechiceros y se gastan la quincena en amuletos pendejos para alejar las malas vibras y prevenir la mala suerte. Y si bien dicen que lo que menos soportas lo tienes en tu casa, ayer por la tarde asistí a una cena familiar en casa de mis jefes donde una de mis tías corroboró tal dicho verdadero. Todo iba bien durante la cena, mi jefa había preparado varios platillos típicos mexicanos, y aunque la política no es de mi sumo agrado de todas maneras me sume a ella, nomas pa' chingar a mi abuela. En eso mi tía Lorena interrumpe la conversión con un grito ahogado y le da un zape a mi prima Tanya.
Tía Lorena: ¿Qué estas haciendo pendeja? ¿No te he dicho que no pases el salero directo a las manos, sino que la pongas en la mesa y que ellos lo tomen? (Se quita un colguije ridículo del cuello, se persigna con el y se lo pasa a Tanya) Ponte esto, no quiero que se te pegue la mala suerte.
Dios mio! No podía creer la cantidad de idioteces que escuche y vi en menos de un minuto, y segundos después no me pude contener, me cague de la risa hasta que sentí ganas de volver el estomago. Pero no fui la unica, todos los demás presentes se unieron al coro de carcajadas y burlas. Lo siguiente que hizo mi tía tal vez no tenga nombre, y si lo tiene espero que no sea hereditario. Se paro y comenzo a gritar no sé que tanta pendejada, tal vez nos estaba echando una eterna maldición universal, sepa la chingada. Como me entro miedito de verla toda loca, mejor me retire a la cocina. Cuando volví a salir al comedor, mi tía ya se había ido, y mi abuela estaba llorando porque tenia miedo. Para evitar otra serie de carcajadas, mejor me fui. No mamar, mi familia es todo menos normal.

